jueves, 27 de junio de 2013

LLEGAN LOS RECORTES A LAS FAS ESPAÑOLAS


El documento Visión 2025, encargado por el ministro de Defensa, Pedro Morenés, al jefe del Estado Mayor de la Defensa y filtrado a los medios para sorpresa y disgusto de esa cartera, ha permitido conocer las propuestas que se barajan para continuar la emprendida senda del recorte de gastos. La principal novedad que aporta, mermado ya al límite lo destinado a adquisición y mantenimiento de material, es la reducción de tropa y personal civil planteada, un tremendo tijeretazo en el capítulo que acapara el 70 por ciento del total de gasto y que afectaría a Tierra de manera especial con respecto al resto de Fuerzas.



Desde el comienzo de la legislatura, Defensa se ha escudado en la búsqueda de la eficiencia, cada vez que, empujado por la crisis económica, ha presentado una reducción del gasto. De justicia es reconocer que el límite de maniobra de Morenés es escaso en el actual contexto, como él mismo se ha encargado de exponer en el Congreso, advirtiendo de la extrema situación de su Ministerio para seguir admitiendo sacrificios. Sin embargo, ¿puede esgrimirse con argumentos válidos que con la reducción de efectivos que se baraja en las Fuerzas Armadas españolas, ya en mínimos de capacidad operativa, podrá lograrse cualquier tipo de eficiencia?



En el documento Visión 2025 el Ejército de Tierra es claramente el gran perjudicado. El Estado Mayor de la Defensa propone una reducción de su plantilla al 50 por ciento, lo que se traduciría en 10.000 militares menos, mientras otros 5.000 efectivos saldrían del Ejército del Aire y de la Armada y, por último, se prescindirían de 5.000 empleados civiles. En total 20.000 empleos menos contemplados en un plan de recortes, del que se ha dicho que no es más que una opinión, que implica una reorganización de cuarteles generales y unidades de combate y apoyo, reduciendo de ocho a seis el número de brigadas. El especial castigo al Ejército de Tierra tendría su explicación en que cuenta con una estructura más óptima que las otras fuerzas para eliminar efectivos. Así, sólo con la supresión de una brigada ya estarían saliendo 5.000 militares.



Lo que no parece congruente es que se pretenda a futuro mantener la capacidad operativa en el exterior cumpliendo con los compromisos internacionales y se sacrifique justamente a quien dentro de las FAS ha asumido el peso y los muertos de estas misiones tradicionalmente: el Ejército de Tierra. Eso a nivel externo, pero en lo que a la defensa del territorio nacional se refiere, la capacidad de las Fuerzas Armadas en España ya está al límite. Basta comparar la extensión de nuestro territorio, amén de su particularidad geoestratégica, y cotejarla con el tamaño de nuestras FAS frente a otros países europeos. España, que además carece de un sistema de reserva, ya está por debajo, en cuanto a entidad de fuerzas, de otros países de igual población y superficie.



Por último, en el actual escenario y en el que parece se avecina, tendrán que arbitrarse mecanismos aún no planteados de pase a la reserva y jubilaciones anticipadas, pues cada vez más se acumulan oficiales en los empleos de comandante y teniente coronel sin ninguna posibilidad de ascenso. Mientras se dirigen palabras de reconocimiento a nuestras Fuerzas Armadas, que invariablemente remiten a su entrega y capacidad sacrificio, con la otra mano se les aprieta y recorta, suponemos que, paradójicamente, a sabiendas de esa misma capacidad de callado sacrificio que se les exige.





PRINCIPE DE ASTURIAS PARA FILIPINAS

El portaaeronaves 'Príncipe de Asturias', oficialmente despedido y aparcado en Ferrol en espera de ser subastado y desguazado, podría volver a navegar. Lo haría en caso de que fructifiquen algunas de las gestiones puestas en marcha por Defensa, la Armada y Navantia para tratar de encontrar un comprador 'in extremis'. Hay varios países que se han interesado.




Tal y como confirman fuentes de la Armada consultadas por ECD, desde Defensa se están “moviendo todos los hilos posibles” para tratar de conseguirle un comprador al buque ‘Príncipe de Asturias’. Las gestiones para su venta parecían haber caído en un punto muerto definitivo. Pero aún hay esperanzas de conseguirlo.



Explican estas voces militares que se está llevando a cabo una “intensa labor comercial con varias marinas asiáticas interesadas”. En los últimos días ha surgido con fuerza el nombre de Filipinas, extremo que confirman las fuentes consultadas por ECD. “Es muy probable que una representación filipina viaje a Ferrol para comprobar el estado del buque y reunirse con representantes de la industria para conocer cuál sería el proceso de adaptación del buque para volver a hacerlo operativo” aseguran.



Ésta no sería la primera visita. En marzo, una delegación de Indonesia visito el astillero ferrolano y conoció de cerca el buque. Pese a que su interés se remontaba a hace varios años –a pesar que el propio ministro de Defensa lo negó a preguntas de este confidencial- , de momento parece descartado que el destino del ‘Príncipe de Asturias’ esté en la marina indonesia.



Estas gestiones responden a un interés por parte de Defensa de rentabilizar al máximo la baja del portaaeronaves de su lista de buques, y su preparación para ser subastado y desguazado –tarea que lleva implícita un gasto para el Estado de 1,2 millones de euros- .



En caso de encontrar un comprador, el precio de venta sería “casi simbólico”, ya que lo que realmente está en juego es un negocio de cerca de 100 millones de euros para los astilleros de Navantia.